La Placeta - Viches


Día 2.- A pesar de que despertamos temprano, la caminata se inicio como a las 10:00hrs y este día llegamos hasta la un lugar llamado la Primera Agua (S35 30 52.4 W71 00 21.9), ahí nos refrescamos con el agua de esta vertiente que sale de una roca en el suelo y a la hora que vayas está helada. Por la noche fuimos testigos de una gran tormenta eléctrica al interior de la cordillera, detrás del volcán (S35 35 11.0 W70 44 38.0) y tenía una extensión de más de 10km. Por otro lado la noche presentaba formación completa con sus estrellas y la salida de la luna a eso de las 03:00hrs permitía una clara visión de la vía lactea, satélites y demás estrellas.
Día 3.- Las actividades se iniciaron un poco más tarde de lo acostumbrado debido a malestares físicos en uno de los integrantes del viaje. Por la tarde partimos rumbo a la laguna El Muro (S35 32 03.1 W71 01 29.5) a unos 2.060 m de altitud, una loma más allá queda la laguna El Pejerrey y más allá, bajando está la laguna El Tomate, nosotros nos bañamos en la primera y después bajamos para hacer el campamento, ya que al otro día saldríamos temprano reponiendo la mañana perdida de este día. Por la noche el show de meteoroides cayendo a la Tierra, junto con la nuevamente impresionante tormeta eléctrica.

Día 4.- Como no conocíamos muy bien la huella que nos llevaría a salir por Vilches, el cuidador del fundo El Picaso que nos dejó en la misma bajada para luego empalmar con el Sillaur; durante el camino escuché varias historias interesantes acerca de su vida. Antes de comenzar a bajar tomamos nieve con harina tostada para darnos energía y caminar sin problemas. Esta jornada fue la más larga en cuanto a trayectoria pero no así en esfuerzo ni desgaste, antes de oscurecer llegamos a donde teníamos presupuestado dormir.
Día 5.- Sabíamos a cuanta distancia y tiempo estábamos de la última parada, la micro a Talca, así es que caminamos rápida y tranquilamente, sin presiones ni apuros para seguir disfrutando del camino, el paisaje y lo que nuestros sentidos fueran capaces de absorver. Después de unas 5hrs de caminata de donde dormimos la noche anterior llegábamos sin novedad a Vilches Alto.
Las fotos están disponibles acá.
Fue una travesía de aprendizaje, de conocimiento y de regocijo. Saberse parte de la naturaleza es una experiencia distinta en esos lugares. En la ciudad siempre están los techos, los edificios, los seres queridos o por último las distancias que tomamos para protegernos de lo exterior, cuando eso desaparece quedamos como en realidad somos, una pieza más de la naturaleza, aún.
Saludos y un consejo, cuando vayas a lugares naturales por favor siempre, siempre, siempre baja tu basura.